http://www.arcocoag.org/
Es un portal del tipo tablón de anuncios, con lo que no hay catálogo, ni carrito de la compra, ni facilidades de pago. Pese a lo mencionado en otra entrada sobre el comercio ecológico electrónico es recomendable la participación. Porque nunca se sabe qué puerta se puede abrir.
El portal está diseñado desde la postura de los productores. Sin embargo los profesionales de la distribución lo enfocan pensando siempre en la meta del consumidor. Nunca nos contarán dónde juega al golf el Sr Roig o en qué países se lo monta tal cadena.
Los distribuidores buscan la organización lógica para que el consumidor pueda buscar por sectores, por lugares de origen o incluso figuras de calidad. Además tienen otra ventaja sobre las iniciativas de productores: tienen seguimiento de los consumidores, saben sobre qué cliquean y por qué pagan. Su problema no es dar salida a una producción sino gestionar lo que se demanda, ya sea común o rarezas. Las organizaciones de productores no tienen nada que hacer sino recuperan el tremendo retraso que tienen en estudios avanzados de marketing.
Miguel Blanco de COAG denunciaba en las jornadas de ECOAGRO que se está produciendo ecológico a escala industrial y que las certificaciones extranjeras son poco fiables. Aquí los productores de ecológico lo tienen aún peor que en el mercado convencional. Se enfrentan a una competencia más preparada, con ventajas comerciales como puede ser una cuestionable laxitud y que produce en masa aprovechando la economía de escala. Además con una creciente desconfianza sobre los sistemas de certifcación. ¿Matamos la gallina de los huevos de oro?
Para fijar la atención del consumidor sobre lo local, ecológico y sostenible los productores tienen que estrujarse en serio el magín y encontrar fórmulas de compromiso que sean compatibles con las necesidades de precio y comodidad de los consumidores. Para ello tienen que provocar por todos los medios, no sólo con el empleo de nuevas TIC sino también a pie de calle, dándo la mano a las amas de casa.
Reclamaciones como las de que los comedores públicos (educación, residencias, militares y otros) consuman ecológico son buenas ideas, pero llegado el momento de la subasta de contrata las condiciones competitivas son nefastas. Porque las estructuras comerciales son embrionarias y a menudo chapuceras. En muchos casos quedarían excluidos de las plicas de concurso por cuestiones higiénicas (no por sucios, sino por no poder demostrar adecuadas condiciones higiosanitarias en transporte, almacenes y manipuladores...)
Sólo falta que ahora vengan otros portales de otras organizaciones de productores a hacerse la competencia entre sí.
Los productores tienen que aprender a colocar el producto, pero acompañado de un mensaje: Sabroso, a precio, fiable y sostenible.
Aunque el panorama parezca desolador, sí que hay alternativas: está la iniciativa distribuidora de cooperativas que es asociacionismo comercial y tiene mayor alcance que el mero asociacionismo reivindicativo de productores. Pongo por ejemplo Agropal y sus supermercados en Palencia y ahora en Benavente (Nutecal). A la vez critico que hacen una presentación extraordinaria pero al entrar en el portal del supermercado anunciado ¿qué falla? Tienen un índice sectorial pero al cliquear sobre los apartados "no hay información en estos momentos, gracias". Sí muy amable, pero acabáis de perder un cliente potencial.
El problema en la valoración del cooperativismo por parte de los consumidores se une al del desconocimiento o desconfianza de precios del biológico. La unión hace la fuerza, sí pero para que David derribe a Goliat, primero debe aprender a hablar con David. El ejemplo de Eroski con Fagor hace resonar la cantinela de que las cooperativas sean un desastre.
Si el ecológico tiene menos tóxicos, mayor sabor, no lujo, mis paisanos mantienen el monte y recursos naturales y no habría que darles indemnizaciones para que sobrevivan ¿qué falla?. La organización humana. Las iniciativas individuales son indispensables, pero las estructuras socio económicas mucho más. O aprendemos a ser serios y venir de cara como los alemanes o cantamos a lo punk el "NO FUTURE".
Los productores tienen que aprender a superar diferencias de afiliación, regionales, políticas o de posición económica y trabajar mejor en la alimentación de sus ciudadanos para que les aprecien y respeten. La palabra aprecio es fundamental. ¡Ojalá tuvieramos aquí "paysans" en lugar de "cazaprimas"!
Los productores tienen que aprender a superar diferencias de afiliación, regionales, políticas o de posición económica y trabajar mejor en la alimentación de sus ciudadanos para que les aprecien y respeten. La palabra aprecio es fundamental. ¡Ojalá tuvieramos aquí "paysans" en lugar de "cazaprimas"!